viernes, 12 de octubre de 2012

Policía sin respuestas ola atracos y robos a periodistas



El Palacio de la Policía se ha convertido en un muro de lamentos (sin respuestas), de las víctimas
Una lluvia de quejas cae sobre la Policía Nacional dominicana por la falta de un adecuado enfrentamiento a la ola de criminalidad y violencia que afecta a la sociedad dominicana, sin que el organismo que debe velar por la seguridad ciudadana garantice a la población acciones efectivas cuando las personas acuden en su auxilio.

Los trabajadores de la prensa (periodistas, fotógrafos, camarógrafos), y sus familiares son los que han recibido la peor parte del estado de desprotección ante la delincuencia común generalizada en que viven los dominicanos, situación que ha obligado a muchos a emigrar a otras naciones.

Casos concretos

En marzo pasado, la periodista Esther Santana, encargada de la Oficina de Acceso a la Información del Consejo Nacional de VIH y SIDA, antiguo Copresida, fue atracada y apuñalada por dos criminales en el sector Miramar, en la prolongación de la avenida Independencia.

Unos malhechores la interceptaron a la altura de la calle Marlin, cerca del club Miramar, y tras concretar su fechoría se refugiaron por el barrio conocido como "El 8".

La comunicadora pidió al jefe de la Policía, mayor general José Armando Polanco Gómez, que dispusiera una investigación para dar con el paradero de sus atacantes y someterlos a la justicia; pero hasta la fecha no ha tenido respuestas.

En septiembre, dos hombres a bordo de una motocicleta asaltaron al reportero gráfico del periódico El Nacional, Justo Maracallo, a quien luego de encañonarlo con un revólver, lo despojaron de dos celulares, hecho que se produjo a plena luz del día, mientras este se ejercitaba en la avenida España, próximo a la Escuela Naval 27 de Febrero, en el municipio Santo Domingo Este. Este caso tampoco se ha resuelto.

Además, el periodista y locutor Miguel Güichardo narró el secuestro y despojo del que fue víctima junto a sus familiares, cuando regresaban del Aeropuerto Internacional Cibao de Santiago, la madrugada del 14 de mayo.

Los atracadores los dejaron abandonados en una finca de arroz en La Vega, luego de robarles 6,000 dólares, 7,500 pesos, tres maletas, el permiso de residencias de los Estados Unidos de su madre y hermano y 7 celulares.

Uno de los ejemplos donde se acentúa la incapacidad policial ante la agresión por parte de delincuentes contra los miembros de la prensa, fue el caso del que ha sido víctima el periodista Freddy Matos, de este multimedios DominicanosHoy, cuando tres menores, a bordo de una motocicleta lo acorralaron con pistolas y cuchillos, en la calle donde reside del sector Enriquillo de Herrera, Santo Domingo Oeste, la mañana del 29 de septiembre del actual año.

Los antisociales despojaron al comunicador de un celular BlackBerry, un reloj marca Bulova, documentos personales y dinero en efectivo. Matos se entrevistó y narró el caso al vocero de la policía, teniente coronel (periodista), Diego Pesqueira, tras presentar la denuncia en el destacamento de Buenos Aires, correspondiente a la zona. El colega se ha quedado esperando noticias, pese a que diariamente llama para conocer novedades de su caso.

Asimismo, individuos inescrupulosos robaron al periodista y locutor Charlie Carvajal, a quien a punta de armas de fuego y blancas sustrajeron las pertenencias que cargaba, en momentos en que se ejercitaba en el Mirador Sur. Tampoco ha tenido información alguna por parte de la Policía.

El 8 del actual mes, el periódico El Nacional publicó en su primera plana una noticia con el título: “Se queja negligencia Policía”. Se trataba de una denuncia del periodista José Antonio Torres, quien se quejaba de que a cinco días de que el apartamento de su hija fuera saqueado, de donde se llevaron más de 300 mil pesos en prendas, dinero y teléfonos móviles, el cuerpo llamado a velar por el orden público no se había presentado al lugar para indagar el hecho.

El comunicador dijo que el hurto se produjo en el apartamento de su hija Sagrario Torres, en la calle 32-A, número 64, en Villas Agrícolas, del Distrito Nacional. Explicó que cumplió con el protocolo de hacer la denuncia ante la Fiscalía Barrial, la Dirección de Investigaciones Criminales del sector y en el Palacio Nacional, sin resultado alguno.

Otro caso no menos preocupante fue el despojo de un anillo de bodas al periodista de El Nuevo Diario, Ramón Ramos, por delincuentes que se transportaban en una motocicleta por la avenida 27 de febrero con Rocco Cochía, en el sector Don Bosco, de esta capital, cuando se dirigía a su trabajo.

El periodista Gavy Brasil Paredes, director ejecutivo del periódico digital La Opción Banileja, fue atracado cuando se encontraba realizando un trabajo sobre la venta y el consumo de las drogas en los sectores más marginados de esta ciudad.

La agresión ocurrió a prima noche, cuando el periodista se dirigía hacia el sector La Saona de la zona norte de esta ciudad, y fue interceptado por dos facinerosos, quienes le quitaron una gran suma de dinero, una cámara de grabación y su teléfono celular.

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